Cuenta la historia que un cándido keto-caminante novato resbaló y se cayó en un hoyo oculto en medio del camino. Ya medio repuesto del susto, el pobre no veía manera humana de salir. Afortunadamente, el sonido de unos pasos firmes que se acercaban mitigó su creciente inquietud. Una figura amable se acercó al borde de la zanja y le dijo: «Parece que te has caído en un hoyo… No te preocupes, soy médico. Voy a pedir que te hagan unas pruebas para estudiar la mejor manera de ayudarte.» Y se alejó, desconcertando al inquieto keto-caminante cautivo.
Poco rato después, otro semblante amistoso apareció junto a la zanja, se asomó y le dijo: «Te has salido del camino y no estás en un lugar propicio… pero no te preocupes, soy psicólogo. Vamos a analizar las circunstancias que te condujeron a caer en el hoyo para que no vuelva a suceder». Y también se alejó.
Nuestro pobre recluso no daba crédito. De nuevo, el sonido de unas pisadas le devolvieron la esperanza. Una dama apareció al borde de la zanja. Al verlo ahí, alarmada, le dijo: «Estás en un hoyo y eso no es saludable…. pero no te preocupes, soy nutricionista. Te confeccionaré un plan, calibrado al dedillo, para que puedas salir y recuperar tu vida.» Y también se alejó.
El perplejo keto-caminante se resignaba a sucumbir a su destino, cuando sintió retumbar un fuerte impacto a sus espaldas. Se dio la vuelta alucinado y vio que alguien había saltado en la zanja junto a él. Ahora sí que no daba crédito. Le preguntó, rozando la histeria: «¿Por qué lo has hecho? Ahora ninguno de los dos podremos salir…», a lo que su nuevo compañero de hoyo contestó: «No te preocupes, soy coach. Ya he estado aquí y sé cómo salir. Vamos, es por ahí.»
(No, la historia no es mía, ¡pero está basada en una historia real!)
Siempre me apasionó la comida en todas sus facetas, pero cuando descubrí el enorme poder que la nutrición ejerce sobre la salud (tanto física como mental), mi innata pasión se convirtió en obsesión. A mis días les faltaban horas para estudiar todo lo que caía en mis manos que me ayudase a entender cómo y por qué. Y cuanto más aprendía, mi fascinación más crecía y más quería aprender.
En el instante en que fui consciente de que una dieta adaptada a mis genes y circunstancias me había convertido en una versión muy mejorada de mí misma, vi aparecer ante mí el refulgente camino a mi vocación. Y empecé a formarme para poder acompañar a otros en la senda hacia su propia versión mejorada de sí mismos.
Y sí, también he estado en ese hoyo y lo conozco bien… viví en él durante muchos años. Mi propio historial médico incluye el cáncer, el sobrepeso, el lupus y largos años de polimedicación incapacitante (que jamás atajó una depresión mayor con ansiedad generalizada, ideación suicida y agorafobia que me robó casi dos décadas de vida), además de la insulinorresistencia propia del síndrome de ovario poliquístico… pero, afortunadamente, descubrí cómo salir (y fue gracias al keto, sí).
Uno no «nace» keto coach, uno «se hace» keto coach, a menudo, después de mucho sudor y lágrimas, lo que nos califica para echar una manita a otros keto-caminantes y ahorrarles parte de ese sufrimiento.
Cada camino tiene sus propios atajos, cuestas y obstáculos, pero… ojalá el mío sirva para aliviar el tuyo.
Inés
Nutricionista (col. nº 1572 del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña)
Psicóloga (col. nº 27008 del Colegio de Psicólogos de Cataluña)
Diplomada en Terapia Nutricional, Oxford College
Máster en Oncología, Universidad del País Vasco
Máster en Terapia Asistida con Animales, Universidad de Valencia
Postgrados:
Nutrigenética y Nutrigenómica, Universitat de Barcelona
Experto en Nutrición y Salud en Oncología, Universitat de Barcelona
Formación adicional:
Trastorno del Espectro del Autismo, Hospital Sant Joan de Déu
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, King’s College London
Neuropsicología de la Epilepsia, Università degli Studi di Padova
La enfermedad de Párkinson, University of Birmingham
Dieta y Estado de Ánimo, Deakin University
Nutrición en Personas con Demencia, Universidad de Salamanca