Los días trampa no se refieren a las recaídas imprevistas, ni a la cena de fin de año o el mega-banquete de aniversario, sino a ocasiones elegidas de antemano en las que nos permitimos un garbeo más o menos largo por el mundillo no-keto.
Y el formato de día trampa, su periodicidad o sus consecuencias son tan variopintos, como sus ilusionados seguidores y sus circunstancias.